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"AL CAPITALISMO NO SE LE REFORMA, SE LE DESTRUYE"
El llamado movimiento de los indignados es muy, muy heterogéneo. Pero está claro que los que han conseguido imponerse, siendo la cara más visible en los medios de comunicación son los grupos de tendencia más reformista. Su discurso se basa en propuestas para conseguir un capitalismo más amable, una democracia un poco más participativa, en definitiva, van encaminadas a maquillar el sistema, y no a buscar alternativas reales a él.
El sistema capitalista, y su alter ego político, la actual democracia parlamentaria burguesa, son lo que son, y no puede cambiarse su naturaleza. Es como pretender que un Pit Bull sea vegetariano.
El capitalismo se basa en la acumulación de capital y riqueza en manos de unos pocos privilegiados, a costa de la explotación y la alienación de la gran mayoría. También en la búsqueda del máximo beneficio con el mínimo coste, lo que se traduce en la depredación del medio y una vez más, en la explotación de la gran mayoría de personas. Se rige por criterios puramente económicos, obviando su impacto negativo en la sociedad y el planeta.
Por otra parte, el poder real está en manos de instituciones, grupos económicos y grandes empresas, que nada tienen que ver con un sistema realmente democrático. La democracia capitalista, no es más que un teatrillo, una cortina de humo, para tapar la dictadura de los mercados y los grandes capitalistas. El capitalismo necesita consumidores, no ciudadanos libres. Los políticos, no son más que marionetas, que se doblegan a lo que mandan sus amos, a cambio de los privilegios que todos conocemos, y nunca responden ante la ciudadanía, a la que en teoría deberían representar.
No hay opción a un mundo más justo y más libre dentro del capitalismo. El Estado del Bienestar, y me refiero al de los países escandinavos, porqué en la zona mediterrania, ni a eso hemos llegado (y vamos camino de perder lo poco que se había conseguido), sólo fue una pomada para calmar el malestar social, cuando los movimientos obreros eran realmente fuertes en Europa, y amenazaban con acabar con el capitalismo.
Lo dicho, no hay opción, o acabamos con el sistema o no habrá oportunidad de mejora. Y eso no se hace con talleres de malavares, sesiones de tai chi colectivas, guitarritas y canciones cumbas, o chuminadas por el estilo. Al final va a parecer que en vez de estar luchando por cambiar las cosas, estemos de colonias o en los putos Boy Scouts de lo cojones.
Y no estoy indignado, estoy cabreado...