Soy un pobre diablo, y de mi nada sabréis, malgasté todas mis fuerzas en montones de promesas que eran burlas, ni una verdad, pero un hombre sólo escucha lo que quiere escuchar.
Y dejé familia y casa, era apenas un chaval, para mi todo era extraño en la la paz de una estación, perdido y asustado. Espiar, frecuentar los barrios bajos, su miseria y su ciudad, entre vagabundos prefería estar...En el ring un boxeador, un luchador de profesión, lleva huellas en la cara, del guante que le pegó y que le cortó hasta que gritara, de vergüenza y de rabia, "yo me marcho, yo me marcho", pega duro y no se va...
1 comentario:
No sé qué me ha pasado que, según iba leyendo me salía un ritmo de rap ¡qué cosas!
Te dejo un beso, AlberT.
Publicar un comentario