El domingo por la tarde hubo una concentración frente a la delegación del gobierno de Barcelona para reclamar la dimisión de Mariano Rajoy y su gobierno de ladrones. Me parece una iniciativa cojonuda, pero cada vez soy más escéptico con este tipo de actos. Se hace un poco de ruido, la policía monta su paripé para hecernos sentir importantes, y luego todos para casa a cenar. Rajoy no sólo no ha dimitido, sinó que se descojona de risa en nuestra puta cara. ¿será cuestión de tocar las cacerolas más fuertes o de que la batucada tenga más ritmo?
Después la concentración derivó en manifestación hasta la sede del partido popular.
Entre los y las asistentes estaban David Fernàndez de la CUP
y Ada Colau de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca.
Pero al final me quedo con la sensación de estar haciendo el payaso, mientras los de siempre se descojonan en sus poltronas.
Y me viene a la cabeza una canción de la Polla records:
Esta paz huele mal, es la paz de los muertos
No queremos esta paz podrida, es un ser deforme
Esta paz impuesta por los que dominan este cementerio
Guerra siempre al Estado
Guerra hasta que caiga
Guerra para destapar su guerra encubierta
Del Estado al hombre es orden;
del hombre al Estado, violencia
Esta paz huele mal, es la paz de los muertos
La comodidad de ser dominados nos lleva al silencio
¿Quieres ver lo que es sufrir por estar despierto?
Guerra siempre al Estado
Guerra hasta que caiga
Guerra para destapar su guerra encubierta
La paz del cerdo cuando lo engordan para comerlo
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