A los adultos nos cuesta ponernos en la piel de l@s niñ@s. Pero hay momentos en los que te viene un flashazo a la mente, en el que se te remueve todo, y recuerdas ciertos sentimientos. La sensación de miedo, desesperación, desconsuelo e impotencia que se siente cuando tu padre o tu madre te llevan el primer día al colegio, y te dejan solo con unas personas a las que no conoces de nada. La incomprensión, las ganas de gritar: ¡pero porqué coño me estáis haciendo esto!
1 comentario:
¡¡¡Fotaca!!!
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