Por tercera vez han conseguido parar el desahucio de un piso en el barrio de Ca n'Anglada de Terrassa. En este caso, viven tres familias, niños pequeños incluidos. La solidaridad entre vecinos y miembros de la "Plataforma d'afectats per la hipoteca" impidieron que los mossos d'esquadra sacasen por la fuerza a los afectados, lo que jodió mucho al procurador, que amenazó con volver con nocturnidad y alevosía, para ejecutar el desahucio.
Está claro, no hay dinero para sanidad, educación, servicios sociales, sueldos públicos, etc, etc, pero aparecen por arte de magia para dárselos a la banca. Vamos, lo que viene a ser nacionalizar pérdidas mientras unos pocos se llenan los bolsillos ( y la boca a la hora de pedir más "ajustes" y "sacrificios a la población"). Se van con indemnizaciones millonarias, después de haber cobrado sueldos millonarios, pero no dudan en pedir más flexibilidad laboral y despidos más baratos para los currelas de a pié. Y si tienen que dejar a cientos de familias sin casa, pués lo hacen y tan panchos. El fin de semana a coger el yate y a disfrutar de una mariscada en algún restaurante de lujo, sin remordimientos.
Y así estamos, gente luchando por no quedarse literalmente en la puta calle, mientras los responsables de la situación actual, podridos de dinero, alientan nuevas reformas (eufemismo de "vamos a joderlos más, para poder acumular más nosotros).
Como dicen por ahí: "No hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, nos han robado por encima de nuestras posibilidades"
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